jueves, 7 de octubre de 2010

Sus obras: E.L.Kirchner

"Mujer bajo un parasol japonés"
Mujer bajo un parasol japonés (1909) es una obra de espléndidos amarillos, rojos y naranjas, colores que desdibujan la figura femenina pero que trasmiten de una manera muy gráfica los sentimientos del autor.
Kirchner: Mujer bajo parasol japonés
"Doris con cuello alto"
Lo mismo ocurre con la obra Doris con cuello alto (1906), segunda mujer del artista a la que retrató despreciando absolutamente el modelo original y haciendo prevalecer el color y poder de la pincelada.
Kirchner: MarcelaSiguiendo con la figura femenina, a la que desposee de toda sustancia, doblándola y contorsionándola, se encuentran sus obras "Desnudo femenino sentado" (1921), "Marcela", y "Desnudo sobre fondo azul", ambas de 1911, o "Muchacha ante el espejo" (1912), donde el autor dibuja figuras femeninas contorsionadas y casi desencajadas, desnudas, mostrando su cuerpo femenino bajo una idea de dramatismo e impudor.
Kirchner: Muchacha desnuda ante el espejo
"Cinco mujeres en la calle"
De un tono algo distinto es Cinco mujeres en la calle, obra de 1913, donde se representa a cinco mujeres vestidas a la moda del momento, con trajes y posturas aparentemente normales. Pero, si miramos un poco más, vemos una imagen fría, calculada, frívola e incluso decadente. Las figuras están estáticas, casi petrificadas.
Kirchner: Cinco mujeres en la calle
"Escena callejera berlinesa"
Además de dibujar mujeres, el autor proyectó más de una decena de cuadros de los paisajes alpinos que veía desde su casa en Davos y de Berlín como escenario. De tal temática conocemos la obra Escena callejera berlinesa (1914), en la que se contraponen las ropas vistosas de las mujeres, prostitutas, frente a los oscuros trajes de los varones, quienes siguen de cerca a las damas.

Ernst Ludwig Kirchner -Creador de Die Brücke-

Nacido en Aschaffenburg en 1880, Ernst Ludwig Kirchner pasó su infancia viajando de ciudad en cuidad junto con su familia, buscando un empleo para su padre, hasta que en 1901 se traslada a la ciudad de Dresde, donde comienza sus estudios de arquitectura, que, al igual que para el resto de sus compañeros de El Puente, serán determinantes en su futura obra. Dos años después de iniciar sus estudios en Dresde se traslada a Munich, donde comienza realmente su inmersión en el mundo artístico y los primeros contactos con otros artistas. A partir de este momento asistirá a distintas escuelas en las que aprenderá técnicas, aplicándolas con posterioridad a las obras que pinta en los paisajes y escenarios que visita, convirtiéndose en un despierto viajero.
A partir de 1911 Kirchner se establece en Berlín, escenario que utilizó para sus obras, de donde extrajo la esencia del urbanismo tanto en su aspecto más positivo como en el negativo, chocando la tensión de los edificios y la industria con la energía propia de cualquier gran ciudad. Fue en ese mismo lugar donde vivió la I Guerra Mundial, conflicto que le marcó de por vida y que le llevó, tal vez movido por el dolor y la angustia de tanto sufrimiento, al suicidio en el año 1938, después de haber pasado por un centro de salud mental y haberse trasladado a Davos, excepcional ciudad alpina, con el fin de alejarse de todo sufrimiento, descansar y mejorarse
.Sus pinturas reflejan su fragilidad mental, caracterizadas por una gran agresividad, perceptible por los ojos humanos en las formas, las pinceladas y las combinaciones cromáticas. Los sentimientos negativos inundan cada una de sus obras, describiendo interiores estrechos y agobiantes que muestran, entre otras sensaciones, la soledad del ser humano.